Un pez sobre la roca
A Juana García Abás y José Luis Fariñas.
No abandonaré esta colina donde el pintor rodó un grito
hasta ver alzarse el del pájaro, la fatiga sensual
de pájaros mortíferos ya cantados, y sólo entonces,
en el exilio, lo desarma sobre un pliego
que arde y borra la boca.
Aunque pase en un trueno
el vendedor de llagas empujando el arquitrabe
del rey Salomón contra su pecho. Ya no.
El nudo que es mi garganta resistirá, vacío,
partiéndose apretado entre las últimas flores nimbadas por la ventisca
al compás del corazón que miente, blasfema y miente
como un pez sobre la roca para que lo devuelvan al agua.
Aquí eran hallados mis poros,
escándalo de arbustos abiertos con diamantes
el día del indulto,
cuando a su través la belleza
todavía dejaba ver el carbón de las manos.
Breve palabra muerta aislaba los atajos del fuego
y era la memoria del país secreta melodía,
luz negra y circular en el fondo del lago.
Me senté en el altillo, en el perfume
de mis quemadas vísceras y aguardé el viento
de las nimias nostalgias dejándome perder.
¿Fui ciudad transparente que esperó ser fundada
bajo la sombra anciana de sus grietas?
Dejo que el aire cinche mi mente en blanco
hasta naufragar lejos de mí en lo más abierto
y ponerme de pie.
Por el metal cernido que va del bautismo al orgasmo
debo vivir aparte de las brújulas.
No me perdía, no he nacido hasta aquí
sólo por verle el otro lado a la moneda falsa de mi dolor,
tanto que lo escondía,
tanto que pagaba con sus herrumbres
mi pequeña diferencia del mar.
Solo, hundido hasta la cintura en mi mirada,
arranco en un mismo silencio cordaje mudo,
hierbas, trenes a La Habana por París y la oreja viva del pintor,
costillares del polvo donde hubo una ballena
que elegía esperanza de un suicidio real.
Suaves investiduras de la luz
dando como un hachazo,
busco entre mí continuos ojos de otra madera.
Me deslizo por el deslucido azul de la colina
traspasada al papel,
dispersado en el susto del pájaro que ha muerto
pero se levanta
y me mira.
En: Un pez sobre la roca (Editorial El mar y la Montaña, Guantánamo, 2004).